Su realización es sencilla, pero hay que tener practica en los fogones y el resultado es fantastico, por su excelente sabor y textura.
Ingredientes
750 g de bacalao desalado
250 ml de aceite de oliva
5 dientes de ajo
3 pequeñas guindillas o pimientas de cayena
Elaboración
Si no tenemos bacalao previemente desalado, que existe en el comercio y da buen resultado, desalarlo durante 48 horas, cambiando el agua 3 veces.
Poner el aceite en una sartén a fuego mediano y añadir los dientes de ajo cortados en laminillas y las guindillas. Cuando empiecen a tomar color retirar del fuego y reservar, dejando que se temple.
Una vez templado el aceite introducir los trozos de bacalao, con la piel hacia arriba y bien secos, para que no salte el aceite.
Poner nuevamente la sartén a fuego suave y cocer, nunca freir el bacalao durante 5 minutos.
Sacar el bacalao a un plato y reservar.
Pasar el aceite a un bol y esperar que se temple. Despues de templado el aceite y el suero soltado por el bacalao, pasar un poco a la sarten y ligarlo con un colador, moviendo suavemente, y seguir añadiendo y ligando, hasta acabar con el suero y el aceite, no olvidando de añadir el soltado en el plato con el bacalao reservado.
Incorporar las tajadas de bacalao y calentar bien un par de minutos.
Servir con la piel hacia arriba y cubierto de salsa, decorado con las laminillas de ajo y las guindillas.
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