miércoles, 29 de julio de 2015

2º día en Jordania, Betania, Mar Muerto

                                                           
Este segundo día en Jordania fue un combinado, pues tuvimos la visita a Betania de Transjordania, en la que los arqueólogos han situado el codo del río Jordán donde fue bautizado Jesucristo, ubicación que ha sido reconocida por tres Papas Juan Pablo II, Benedicto XVI, y Francisco, seguido de un estimulante baño en el cercano Mar Muerto.

Salimos a las 9 de Amán para dirigirnos al desierto de Judea, donde se encuentra Betania, zona por donde transcurre un trecho del río Jordán, y por tanto la frontera entre Israel y Jordania.

Hasta los acuerdos de paz de 1.994 entre los dos países, estos lugares eran de gran tensión, y se puede decir de permanente conflicto, debido a la Guerra de los Seis Días, en que Israel ocupo Cisjordania. y a la cuestión palestina, pero desde entonces forman parte de una zona desmilitarizada, que tiene un ancho espacio rodeado de alambradas entre uno y otra.

Es por el antiguo conflicto por lo que las prospecciones arqueológicas, que habían empezado en 1.899, en el lugar llamado Al-Maghtas, no se reanudaron hasta 1.996, dos años después de la firma del tratado de paz.

Desde entonces esta Betania, (ya que hay otra cerca de Jerusalén), nombre que significa "al otro extremo del Jordán", se ha identificado como el lugar donde vivía y predicaba Juan el Bautista y donde Jesús fue bautizado por Juan, según esta escrito en el Evangelio de San Mateo, (3/13-17).
                                     
"Vino Jesús de Galilea al Jordán, y se presento a Juan para ser bautizado por él,
Juan se oponía, diciendo: Soy yo quien debe ser por tí bautizado, ¿y vienes tú a mi?
Pero Jesús le respondió: Dejame hacer ahora, pues conviene que cumplamos toda justicia.
 Entonces Juan condescendió
Bautizado Jesús, salió luego del agua; y he aquí que vio abrírsele los cielos, y al Espíritu de Dios, descender como paloma y venir sobre él, mientras una voz del cielo decía: Este es mi hijo muy amado en quien tengo mis complacencias"


A partir de descripciones de la Biblia y de antiguos relatos de peregrinos de los comienzos de la era cristiana, como el testimonio del "Peregrino de Burdeos" del año 333, que narra haber visto

"el lugar donde  Nuestro Señor fue bautizado por San Juan Bautista, en la lejana orilla del río, en el mismo lugar donde se halla la montaña desde la que el profeta Elías fue ascendido a los cielos ", 

fueron hallados los restos de tres iglesias bizantinas de los s.s. V y VI, una encima de otra.

El sitio exacto donde tuvo lugar el bautizo de Jesús es un punto discutido entre israelíes y jordanos, pues aunque ninguna de esas dos naciones es cristiana, se disputan la gran afluencia, tanto de peregrinos que quieren conocer uno de los lugares mas importantes para la Cristiandad, como de turistas, de todos los países.

 Por el momento, en 2.011, la UNESCO ha determinado que la orilla oriental del Jordán, es donde aconteció el bautismo de Jesús.   

A medida que nos íbamos acercando al río Jordán, que atraviesa el desierto de Judea, podíamos distinguir varias iglesias, construidas estos últimos años, anglicana, copta, armenia y católica, y a lo lejos la ciudad de Jericó, en territorio palestino.
                                                                                     

Por último llegamos al parque arquelógico, donde se encuentra un pequeño afluente del río Jordán, Uadi Gharrar, que se alimenta de cinco manantiales, donde Juan bautizaba, al cual se llega por unas escaleras de mármol y protegido por un pequeño techo de madera.

Es mucho mas verosímil que los bautizos se efectuaran en un remanso del pequeño afluente, que no en el Jordán, entonces tumultuoso y de corriente rápida.
                                                                                 

Una de las posibles pruebas de que el bautismo de Jesús tuvo lugar en este emplazamiento, son los restos del pavimento de al menos tres iglesias bizantinas, restos modestos pero de claro significado, al mostrar lo importante que era el lugar para los primeros cristianos.
                                                                                     

Cerca del yacimiento se halla, separado por el Jordán, y con agua del mismo, ya en Israel, una especie de piscina con escaleras, donde miembros de las diversas confesiones cristianas pueden sumergirse; vimos a varios de ellos, unos mas jóvenes y algún mayor, que practicaban ese rito
                                                         

Nosotros veíamos estas practicas desde el lado jordano del río, adonde, al poco de estar allí, llego una familia jordana  a bautizar a su hijito de pocos meses, un niño precioso, acompañados del sacerdote, que tenia una pila bautismal a su disposición, y ofició el bautismo como es costumbre hacerlo en nuestro país.

¡Que emocionante debe ser bautizar a tu hijo en el mismo lugar donde fue bautizado Nuestro Señor Jesucristo! ...pero al menos habíamos visto un bautizo en ese lugar santo.

En cuanto al río Jordán, debido a las grandes cantidades de agua que son extraídas de las fuentes que alimentan al río, tanto por parte de Jordania como de Israel, el río. hoy día, es un riachuelo sinuoso y sucio que serpentea desde el Mar de Galilea, hasta su desembocadura en el Mar Muerto, durante sus 209 km de recorrido.

Alrededor del río crecen los matorrales que la Biblia denomina "el orgullo del Jordán", Zac.11.3, y arboles como tamarindos, sauces y álamos del Eufrates.
                                                               

Nos detuvimos después unos momentos para conocer la nueva iglesia ortodoxa griega de San Juan, con su cúpula dorada, su iconostasio y los coloridos murales en su interior, como es usual en las iglesias ortodoxas.
                                                                             
                                                                                    
                                                                                   

Seguimos luego hasta el Mar Muerto, a solo 9 km de Betania. Está era la segunda vez que estaba cerca de este lago salado, mas que mar, y me propuse tomar un baño, ya que la vez anterior no lo había hecho
                                                                             

El Mar Muerto, llamado así por los cruzados, ha tenido otros nombres como Mar de Lot, por estar, según la Biblia las ciudades de Sodoma y Gomorra en sus orillas, allí donde habitaba Lot, el sobrino del patriarca Abraham, y otros nombres mas como Mar de Alquitrán, por los depósitos del mismo que hay en sus orillas, Sedom etc.

Este gran lago salado ocupa la parte mas profunda de la depresión tectónica del río Jordán, 417 m por debajo del nivel del mar, y es el punto mas bajo del planeta.

 Desde la antigüedad ha ejercido gran fascinación sobre los pueblos que habitaron en sus cercanías o los viajeros que lo veían, aunque el aspecto, dimensiones y composición que hubo de tener en los tiempos bíblicos, fueran muy diferentes a los que presenta hoy, ya que el aporte de agua se ha visto reducido drasticamente con las presas y demás obras hidráulicas realizadas en el río Jordán.

El alto grado de evaporación ha hecho que la salinidad del Mar Muerto sea nueve veces superior a la de cualquier otro mar, lo que hace imposible todo tipo de vida animal o vegetal.
                                                             

Sin embargo tiene magnificas virtudes terapéuticas para enfermedades de la piel, y es tonificante y depurativa. De ahí mi interés en probarla.

Llegamos, pues a un club provisto de todo lo necesario para darse un baño, y con toalla, cholas e instrucciones sobre la necesidad de no dejar que el agua llegara a los ojos, que pueden verse dañados, bajamos una ligera pendiente que llegaba hasta el mar.

El alto grado de salinidad hace que se flote y se pueda permanecer como sentado. Es una curiosa sensación. La pena es el cuidado que hay que tener con los ojos y la boca, de manera que mi baño fue corto, unos veinte minutos, pero se sale de allí con cierta sensación de ligereza, de pesar menos.

En el Club de arriba había mucha gente, pues las instalaciones comprendian varias piscinas, donde las pudorosas musulmanas se bañaban vestidas con un burkini, mas parecido a un traje de neopreno, de los que usan p.e. los surfistas, que a cualquier otro traje de baño, y por supuesto, un pañuelo en la cabeza para ocultar su cabello. Demasiada ropa para estar dentro del agua, pero...esas son sus costumbres.

Después del baño y por supuesto de la ducha para librarse de la sal, volvimos a Amán, distante unos 45 km del Mar Muerto.                                                                        

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