viernes, 1 de diciembre de 2017

Cuatro días en el norte de Marruecos. Llegada a Tanger

                                                                       

A finales de junio y organizado por el Club de Lectura La Acequia, pasamos cuatro días en Tanger.

Era también un homenaje a la última lectura del curso dedicada al libro del cronista de La Guerra de África o Primera Guerra de Marruecos, el poeta, dramaturgo y político Gaspar Nuñez de Arce (1.834-1.907), sobre la que volveré mas tarde.

Este motivo nos dio la ocasión de pasar cuatro interesantes días en Tanger, para mi la primera vez que visitaba Marruecos.

Nos trasladamos de Madrid a Tanger en avión, viaje que dura una hora.

Tanger, situada en el extremo norte de Marruecos, en el estrecho de Gibraltar, es la capital de la región Tanger-Tetuán-Alhucemas, y cuenta con casi un millón de habitantes.

Es la ciudad marroquí que ha tenido mayor influencia extranjera, con una fuerte identidad multicultural, con dos hechos fundamentales en este desarrollo, la promoción internacional que le hizo el pintor francés Eugène Delacroix, (1.798-1.863) que visito Marruecos y Argelia en 1.832, durante seis meses y quedo prendado de esos lugares,  y su nombramiento como ciudad internacional en 1.925.

Tanger tiene una larguísima historia que empieza, en realidad, en la Prehistoria, por los restos arqueológicos en ella encontrados. Fenicios, griegos, cartagineses, helenísticos y finalmente los romanos la ocuparon y aprovecharon su magnifico puerto natural para sus intercambios comerciales.

En ella arraigo el cristianismo en el s. III d.C, y en ese siglo tuvo lugar el martirio de san Marcelo, centurión romano que fue decapitado por proclamar su fe.

 A la caída del Imperio romano fue conquistada por los vándalos, y tras un siglo, paso a pertenecer al Imperio bizantino, y posteriormente a los visigodos hasta que el caudillo musulmán yemení Muza tomo Tanger, para preparar desde allí la invasión de la Península Ibérica.

Durante la Edad Media se sucedieron dinastías, asedios, cambios de régimen, todos ellos protagonizados por otros musulmanes, hasta que en 1.437 una expedición portuguesa, al mando de don Enrique el Navegante, intenta conquistar Tanger, sin conseguirlo. Después de otro intento, que tampoco tuvo éxito  en 1.471 el rey Alfonso V de Portugal, conquista Tanger, que permanece en poder de Portugal y España hasta 1.661.

Tras otros intentos de absorción por parte de británicos, franceses e italianos, sin resultados, en los s.s. XIX y XX y gracias a su ubicación Tanger se convierte en un gran centro para la diplomacia y el comercio europeo.

Después de diversos avatares, con la proclamación de la independencia de Marruecos en 1.956, se produce el desmantelamiento del gobierno internacional de Tanger, hasta que en 1.960 tropas marroquíes entran en la ciudad y la incorporan a Marruecos, lo cual provoca en ella una fuerte crisis económica.

Tanger es un enclave multicultural donde han convivido las comunidades musulmana, judía y cristiana, que ha atraído artistas e intelectuales del mundo entero, por citar a alguno de los muchos que allí han han crecido, vivido y visitado citare varios nombres como Paul Bowles, Antonio Muñoz Molina o Jacques Keruac, entre otros muchos.

Después de la visita y estancia del pintor Delacroix a Tanger, otros pintores como Mariano Fortuny o Henri Matisse que residió largas temporadas en esta ciudad,  la tuvieron como inspiradora de sus obras.

Entre 1.940 y 1.950, cuando era ciudad internacional, sirvió de refugio para artistas, zona de juerga para millonarios excentricos, lugar de encuentro de agentes secretos, y para todo tipo de timadores, una meca para especuladores y estafadores, en suma un El Dorado para los amantes de la "buena vida".

Hoy día Tanger es la ciudad mas industrializada de Marruecos, después de Casablanca, con diversos sectores como industria textil, química, mecánica, metalúrgica y naval, aunque su economía se basa fuertemente en el turismo.

Así pues habíamos llegado a esta populosa e interesante ciudad y para mas detalles en plena celebración de una de las mas importantes fiestas del Islam, el mes del Ramadan.

En el primer momento temimos no poder comer en todo el día, temor infundado pues Tanger se dedica, entre otras cosas, a atender a los turistas, así que las normas religiosas no cuentan para ese sector.

Desde el aeropuerto llegamos al hotel Rif &Spa, en la avenida  Mohamed VI, con estupendas vistas sobre la bahía, sobre el puerto nuevo y sobre la playa y las lejanas montañas de la costa española
                                                                               
                                                                       
El nuevo puerto deportivo, ya acabado en el momento de nuestra visita y que se inauguro un mes después, sustituye al antiguo puerto comercial que ha sido trasladado a 45 km de Tanger, en la localidad de Oued Rmel, donde antes no había ninguna instalación portuaria, elegida por su situación en el estrecho de Gibraltar, la segunda ruta marítima mas frecuentada del mundo,  lugar de paso de las rutas que unen Europa, África y América.

Tras tomar posesión de la habitación, y comprobar lo agradable que era el hotel, salimos para recorrer la ciudad, empezando por ir a comer a un restaurante situado en el Zoco, donde pudimos tomar contacto con las especialidades marroquíes como el cucus, el tajine y otras delicias.

El Gran Zoco de Tanger es el centro comercial de la ciudad, uno de los lugares mas frecuentados por los habitantes de la ciudad y por los turistas; es la puerta de entrada de la medina, precedida por la Gran Plaza 9 de abril, que une la ciudad nueva con la medina.

Preside la plaza la mezquita Sidi Bou Abid, que data de 1.917, de la cual destaca su alto almiar decorado con bonitos azulejos.

Después de comer emprendimos el recorrido de la Medina, extensa zona que conserva las murallas antiguas, en la costa.

Mezquitas, zauias o escuelas islámicas, palacios y jardines, zocos y bazares, con sus artesanos y comerciantes conforman el paisaje urbano de la medina.

                                                                                     
                                                                               
Gentes que van y vienen entre los comercios o se toman un descanso en alguna terraza para om algun refresco o te con menta al estilo marroqui, como hicimos nosotros.
                                                                           
                                                                 
Se puede distinguir cada barrio por su arquitectura, y por el aspecto de sus calles, así podemos ver la influencia internacional en el barrio Beni Idder, donde abundan los consulados y legaciones.

El barrio de mayor actividad es el de Wad Ajardan, donde se concentran la mayor parte de los comercios de la medina. Tiene gran cantidad de edificios de estilo colonial español, a ambos lados de sus calles.

                                                             

Y asi subiendo todo el rato llegamos al punto mas interesante la Casbah, ciudadela fortificada, aislada de la medina por una muralla que la rodea completamente. En ella se hallan los edificios historicos de gran valor patrimonial.
                                                             

Por su situación en lo mas alto de la ciudad domina el estrecho de Gibraltar y todo Tanger.

Y en la otra orilla la costa de España
                                                                         

Toda la medina tiene gran sabor, para mi exotico, disfrute mucho recorriendo sus calles.

domingo, 8 de octubre de 2017

Teatro Real, Madrid. Rodelinda



En la temporada pasada del Teatro Real he tenido la suerte de poder asistir a una inédita, en este teatro, ópera del gran Georg F.  Händel, uno de mis mas admirados compositores.

Por motivos que no vienen al caso, ya no tengo el abono del que disfrute muchos años, pero cuando estoy en Madrid procuro ver alguna de las óperas que coinciden con mi estancia. En esta ocasión tuve la suerte, como ya he dicho, de ver la ópera Rodelinda de Händel, a la que asistí con mi hijo, también gran admirador del compositor.
                                                                     

 Georg Freiderich Händel, (1.685-1.759)  uno de los grandes de la música universal y de la ópera en particular, nació en Halle, Sajonia, Alemania y completo su formación en Italia, pero sigue siendo siendo la gran joya musical de la corona británica, adoptado oficialmente en 1.727 como un londinense mas.

Händel nació en el seno de una familia sin formación musical, ya que su padre era cirujano-barbero, y deseaba que su hijo estudiara leyes, pero la inclinación del pequeño Händel por la música, desde temprana edad, que lo llevo a tocar el órgano a los 7 años y de oído, en la capilla del palacio del duque de Weisenfels, y la ayuda del duque, que convenció a su padre de que le dejara desarrollar su talento musical, hicieron que iniciara sus estudios con el organista de la Iglesia luterana de Halle, con el entonces celebre W. F. Zachau.

Su padre muere cuando Handel tenia 12 años, y con 17 es nombrado organista de la Catedral de Halle.

Dos años después se traslada a Hamburgo, donde conoce R. Keiser, compositor que le introduce en los secretos de la composición musical para el teatro y donde compone "La pasión según San Juan" y sus dos primeras óperas, Alcina y Nero.

Pasa, después, otros tres años en Roma donde conocerá el estilo italiano, alguna de cuyas características incorpora a su propio estilo, basado en la tradición contrapuntistica alemana y allí conoce a los mas famosos compositores de la época. como Corelli, los Scarlatti o Caldara.

Seguidamente deja Italia, con la convicción de dedicarse al teatro lírico y pasa otra temporada en Alemania, donde fue maestro de capilla del Elector de Hannover, puesto en el que permanecio menos de un año, pues prefirió trasladarse a Inglaterra, asentándose definitivamente allí en 1.712.

En 1.714 el príncipe elector de Hannover se convertiría en el rey Jorge I de Gran Bretaña, que mantuvo una estrecha relación con el compositor, al que dio la carta de naturalización como súbdito británico.

Händel paso cinco años sin escribir ninguna ópera, pero desde 1.720 hasta 1.728 escribió catorce óperas, para la Royal Academic of Music, que le hicieron famoso en toda Europa. Siguió componiendo hasta 42 óperas, todas ellas representadas con gran éxito, así como oratorios, música vocal, música instrumental, himnos etc hasta llegar a la pasmosa cifra de 612, mas 25 suplementos, sin contar las obras dudosas.

Después de su muerte acaecida en 1.759, sus óperas cayeron en el olvido, aunque se siguieron interpretando sus oratorios.

Hoy día Händel es uno de los grandes músicos mas conocido y apreciado, no solo, con gran estima entre los compositores, sino del público en general.

Entremos ya en la ópera Rodelinda, que se estrenaba por primera vez en el Teatro Real de Madrid.

 Rodelinda, ópera en tres actos con música de Georg Freiderich Händel y libreto de Nicola Francesco Haym (1.678-1.729), libretista de óperas, compositor, director de teatro y productor de óperas italiano, que escribió varios libretos para las óperas que Händel compuso en Londres, se inspiro en un libreto anterior de Anonio Salvi, que provenía, a su vez, de la obra teatral del dramaturgo francés  Pierre Corneille,  Petharite, roi des Lombards. fue estrenada, en el
King´s Theatre de Haymarket, de Londres, el 18 de febrero de 1.725.

El argumento que gira alrededor de la fidelidad conyugal de Rodelinda, reina de Lombardía a su esposo, y la lucha por el poder, inspiro al compositor, que produjo una de las obras mas apreciadas desde su estreno en Londres.

De los diversos tipos de amor que describen los libretos operísticos, el romántico, el prohibido, el familiar, el amor al poder, el amor a la patria e incluso el amor propio, el que mas escasea es el amor conyugal.

En efecto Rodelinda sigue fiel a su marido Bertarido, a pesar de creerlo muerto, y se resiste a contraer matrimonio con el usurpador Grimoaldo, deseoso de tomar el poder en Milán gracias a ese enlace.

Händel compuso una música bellisima, para hacer verdadero cada detalle emocional, convirtiendo Rodelinda en una historia coherente, donde se pone en valor, como insdestructibles,  los cimientos del matrimonio y el valor y astucia de Rodalinda para conservar el poder.

Esta es de forma resumida la historia de Rodelinda.

Rodelinda, reina de Lombardía. viuda del rey Bertarido, o eso, al menos, cree ella, tiene que demostrar coraje y astucia para enfrentarse al usurpador del trono Grimoaldo, que quiere convertirla en su esposa para consolidar su poder, y tiene que proteger a su hijo, amenazado por el tirano. Ha de actuar de la misma manera con Garibaldo, duque de Turín, que también quiere hacerse con el poder y cuyos planes quedan interrumpidos cuando se sabe que Bertarido no ha muerto.
                                                                         

Para conseguir sus fines, Rodelinda, una autentica heroína, valiente, sincera y amorosa urde complicados y peligrosos planes, mientras muestra una fidelidad total a su desaparecido marido y un gran deseo de proteger la vida y la herencia de su hijo, Flavio, con los que consigue tener entretenidos a los pretendientes, y llevarse después la alegría de la vuelta de su marido, Bertarido.

Complicado argumento que necesita varios y buenos cantantes dada la dificultad de la interpretación, en particular dos contratenores, voz masculina, que en otros siglos cantaban los castrati, y que ahora, por fortuna, se consigue con técnica.

Pasando a la función del Teatro Real, la dirección de escena corrió a cargo del alemán Claus Gluth, ya conocido en el Teatro Real por su trabajo en la ópera Parsifal, representada la temporada pasada.

Gluth nos cuenta la historia de Rodelinda a través de los ojos de su hijo Flavio, personaje sin voz, pero de una intensa actividad en el escenario, en el cual aparece y se mueve constantemente y sitúa la acción en una gran casa inglesa rotatoria de estilo georgiano, en cuyos muros son proyectados los sueños, miradas y dibujos infantiles de Flavio, que, en opinión de Gluth ayudan a comprender la psicología, sobre todo del chico; para los demás personajes no sirve gran cosa este derroche de dibujos.
                                                   

                                                                             

En el papel de Rodelinda ha estado la soprano lírica británica Lucy Crowe, que ha cantado con aplomo y ha aportado una interpretación adecuada; junto a ella, el rol de Bertarido ha sido realizado por el extraordinario contratenor estadounidense Bejun Metha, que ha tenido un actuación sobresaliente durante toda la ópera, acoplándose perfectamente con la soprano, que me ha gustado y commovido,  particularmente en el maravilloso y largo duo "io t´abraccio" ,
                                                                                 

Hemos tenido la suerte de contar no con un contratenor, voz que me gusta mucho, sino con dos, el contratenor estadounidense Lawrence Zazzo en el papel de Unulfo, consejero y amigo (de Bertarido), de timbre mas oscuro que Metha, pero con gran técnica y maestría.

Muy bien, aunque algo exagerada, la interpretación por el actor colombiano Fabian A. Gomez, ya no tan niño, del niño Flavio, personaje importante en la trama, sin voz.

Muy bien, también el resto de buenos cantantes y esforzados actores,  como el tenor ingles Jeremy Ovenden que interpreta a Grimoaldo, la contralto italiana Sonia Prina que hace una impactante  Edulge, la prometida de Grimoaldo antes de que la deje, para tratar de casarse con Rodelinda,

La dirección corrió a cargo del titular del Teatro Real, el británico  Ivor Bolton, que consiguió un bello sonido de la orquesta, vigoroso y matizado.

Impresionante representación que dejo contentos a mi hijo y a mi. Al salir fuimos a tomar unas tapas a la cercana Taberna del Alabardero donde  gran pare del elenco que habia cantado Rodelinda se encontraba tomando una copa previa a una buena cena. Casi todos eran ingleses y mi hijo disfruto saludandoles y felicitandoles por su magnifica actuación.

domingo, 1 de octubre de 2017

Turrillos de Ávila

                                                                         


Los turrillos, son unos deliciosos dulces de la gastronomía tradicional de Ávila, y no difíciles de hacer; ahí va una receta de los mismos 


Ingredientes

                                                                           
3 huevos
3 cc de anís
500 g de harina
200 g de azúcar
30 g de levadura de panadero
Ralladura de limón
Anís en grano
Azúcar glas
3 cucharadas de aceite de oliva virgen


Elaboración


Batir los huevos junto con el azúcar. en un recipiente grande, hasta que tengan un aspecto blanquecino y cremoso.

Añadir la ralladura de limón, anís en grano, zumo de limón, anís y aceite de oliva virgen.

Mezclar la harina con la levadura de panadero en un bol, amasar bien para que quede muy compacta. Dejar reposar una hora y media.
                                                                     

Coger trozos de masa y darle una forma como de croqueta grande.
                                                     

Calentar en una sartén grande abundante aceite y cuando esta caliente meter los turrillos, bajando inmediatamente a fuego medio para que se hagan bien por dentro y no queden demasiado fritos por fuera.
                                                                     

Cuando estén fritos, sacarlos y ponerlos encima de papel de cocina para quitar el aceite sobrante.

Para presentarlos espolvorear con azúcar glas